Yarsagumba, el mejor afrodisíaco


El afrodisíaco más buscado, un hongo del Himalaya

Se trata de un hongo que crece en las larvas de las polillas hasta momificarlas y adquirir su forma alargada, de apenas cinco centímetros, y un color terroso. En abril comienza un delicado proceso de recolección al norte de Nepal que fomenta la vida en pequeños campamentos en torno a un pueblo y un mercado.

El producto se forma cuando las larvas de la polilla son atacadas por el hongo, que se alimenta de ellas. Durante el invierno, las larvas están ocultas bajo tierra, pero en verano, cuando se derrite la nieve, quedan parcialmente al descubierto.
Miles de personas pasan los meses de junio y julio en las montañas, a una altura que oscila entre 3.500 y 5.000 metros, para buscar este hongo, cuya venta en el mercado internacional es muy rentable. 
Tras sacar la yarsagumba de la tierra, hay que lavarla y limpiarla con cuidado de impurezas, ya que la demanda depende de su claridad y longitud. La yarsa más amarilla y larga se paga mejor.
Cosechadores y mercaderes de Nepal han encontrado una potente fuente de beneficios en la"yarsagumba". "Los ojos de los niños son más agudos, así que para ellos es más fácil cosechar la yarsagumba", explica Jagat Charti, un miembro del comité rural del distrito de Rukum, el principal centro de recolección del hongo.

Su precio se ha disparado gracias al empuje de la medicina tradicional china: un kilo de yarsagumba se paga en Katmandú a unos 33.000 dólares, frente a los 130 dólares que solía valer a comienzos de la década de 1990.

Aunque no existen pruebas científicas de su valor medicinal, se utiliza como reconstituyente, remedio contra enfermedades y afrodisíaco. Sin embargo, sí que machacan el hongo para tratarse la diarrea o los moratones.
En este sentido,  los propios aldeanos de Rukum dicen no tener noticia de esos efectos generales y aseguran que para lograr efectos afrodisíacos hace falta al menos consumirlo con asiduidad.


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¿Qué nos sucede cuando nos gusta un hombre?


La mirada, el pelo, nuestra actitud, le indicarán al hombre si estamos dispuestas a la conquista. El hombre no lo tiene tan difícil si sabe leer el lenguaje del cuerpo femenino.
Y es que cuando un hombre nos gusta, nos ponemos en evidencia. Nuestro comportamiento cambia ante un varón que nos resulta atractivo.


Las 10 señales que nos delatan

1) Procuramos mirarlo sin que se dé cuenta; una miradita por aquí y otra por allá cuando no nos ve. La astucia del hombre que sepa captar esas miradas intermitentes le dará la primera señal, ya has llamado su atención.

La relación de los hombres con sus penes


La relación de un hombre con su pene es el origen de miles de historias.

Los hombres establecen un lazo irrompible y emocional con su pene; lo cuidan, le hablan y tienen expectativas acerca de su comportamiento. Hasta le exigen tener criterio propio, sí, esperan por ejemplo, que no se manifieste a modo de activista revolucionario en una situación pública, tornándola incómoda y delatora. O por el contrario, los asalta un “ataque de pánico” si no reacciona cuando llega el momento de “cumplir” con su misión.
TODOS, o casi todos, le ponen nombre a su pene. Es la epítome del significado que tiene para ellos su miembro. Porque a nosotras jamás se nos ocurriría bautizar a alguna parte de nuestra anatomía.
Él es partícipe de numerosas competencias, que si el más largo, para lo cual se suelen realizar mediciones del “amigo” en diferentes estados: relajado o preparado para la acción. También cuentan la cantidad de veces que es capaz de responder en una misma acción, la rapidez con la que es capaz de presentarse al frente de combate después de haber llegado al orgasmo; y hasta quién puede expulsar su amarillento líquido más lejos, o hacer piruetas mostrando su poderío y habilidad.

¡Cosas que nosotras jamás entenderemos!

¡Hagamos un trío!

Tú, yo y el tablet: una nueva era en la que los dispositivos electrónicos se acostarán con nosotros como uno más.


¿Habrá que responsabilizar a las nuevas tecnologías de los problemas en la cama? 
Hoy en día la tecnología, las redes, las aplicaciones, se han conjurado para acaparar “todo” nuestro tiempo, o el escaso que nos quedaba libre.

No es poco frecuente que una pareja termine el día en la cama, pero, acompañada de sus respectivos smartphones, portátiles o tablets; eso sí, disfrutando de una orgía de mensajes y actualizaciones. 

Parece que, aunque no seamos del todo conscientes, la tecnología se ha infiltrado también en nuestra intimidad, convirtiéndose en el tercero en discordia.
¿Fantaseábamos con un trío?...pues en ocasiones somos tres en la cama, y no nos acompaña un extraño, sino nuestro inseparable dispositivo, el objeto del que somos  incapaces de desvincularnos. 

Dejamos de ser dos 


La tecnología ha avanzado y lo que antes hacíamos en un espacio particular, la “habitación del ordenador”, ahora lo hacemos en cualquier sitio. Los tablets son perfectos para navegar, visitar tu perfil en cualquier red social e incluso también se puede leer, o ver cualquier contenido multimedia, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Su uso indiscriminado ha llegado al extremo de provocar discusiones en las que alguno de los miembros de la pareja ha sentido que el “dichoso aparato” le ha arrebatado su lugar en las prioridades de atención de su compañero o compañera. 

Complejos masculinos que bloquean el placer


Ellos también los sufren

El principal de sus complejos, el relacionado con el tamaño de su pene, y a medida que la sexualidad femenina va desmelándose va surgiendo con más fuerza un nuevo complejo: el rendimiento en la cama. 

Los complejos de los varones tienen su origen, en la mayoría de los casos, en una baja autoestima unida a la desinformación sexual. Sí, a ”desinformación”, aún en los tiempos actuales. 
Es que en estos temas, hombres y mujeres nos parecemos bastante. Nosotras más pendientes de la opinión de ellos, y hasta ahora, ellos pendientes de los consejos de sus congéneres más expertos. Pero ha sucedido que las mujeres, al volverse más activas, sexualmente hablando, se han informado más y “ahora” también son más exigentes. 


Ellos, los acomplejados 

Muchos hombres consultan a los especialistas para obtener una valoración de la normalidad del tamaño de su pene. A pesar de la abundante información que existe al respecto, parece que la frase "el tamaño no importa" no ha calado lo suficiente en la psique masculina. 

Sexo en vacaciones: 10 sugerencias para disfrutar


Sucede con frecuencia que el sexo en la relación de pareja pierde calidad debido a la intromisión en la intimidad de los problemas cotidianos. Así el sexo, más de lo que deseáramos, va relegándose a un desmerecido segundo plano; que nadie se propone.
Por eso, las tan ansiadas vacaciones, se transforman muchas veces en un tiempo para recuperar la sensualidad y la atracción. 
Son una excelente oportunidad para incrementar el interés sexual, la comunicación y la diversión en pareja.

¿Por qué nos gusta besar?

La respuesta es más extraña y lógica de lo que crees



Los besos son una forma cultural del cariño, del afecto y del deseo. 

Besamos por las razones más extrañas: para hacerle saber al otro que lo queremos, que queremos tener sexo, o simplemente porque es divertido. Pero el acto de besar puede encerrar algunas claves de nuestra evolución como especie a través del cuidado que nuestras madres nos dan cuando nacemos, además de proveer información valiosa sobre nuestro estado de salud y nuestra aptitud para el apareamiento. 


Los besos se sienten bien. Un buen beso quema entre 2 y 3 calorías por minuto, descargando epinefrina y noreprinefina haciendo que tu corazón lata más rápido, además de estar relacionado con la disminución del llamado “colesterol malo” y con una disminución de la percepción del estrés. Pero el beso no es solamente lo que ocurre durante el beso, sino también lo que el beso produce y comunica a pesar de nosotros mismos.