Atrévete con la Gimnasia Sexual

Potencia tus orgasmos con los ejercicios de Kegel
No hace falta decir que la actividad física y la salud van de la mano. El tono muscular de todo el cuerpo influye de muchas y diversas maneras en las funciones sexuales y todos podemos hacer algo para mejorarlo.
Pero pocos saben que el bienestar sexual también hay que activarlo a través del ejercicio.
Muchos habrán oído hablar de los Ejercicios de Kegel, pero ¿qué son?, ¿en qué consisten?. 

Empecemos por aclarar que el Dr. Kegel (ginecólogo) enseñó a un grupo de mujeres que sufrían incontinencia urinaria, a principio de los años cuarenta, a reforzar los músculos pubocoxígeos a través de una serie de ejercicios.
La musculatura pubocoxígea está formada por varios músculos que actúan en forma conjunta durante la actividad sexual. En términos más prácticos, este grupo muscular te ayuda a controlar el flujo de la orina y se contrae durante el orgasmo.
Cuanto mejor es el estado de la musculatura pubocoxígea, tanto mayor será el placer alcanzado durante el acto sexual.

Normalmente, ningún ginecólogo nos anima a entrenarlo, salvo que haya un problema ya establecido, como por ejemplo la incontinencia después o durante el embarazo, o producto de la menopausia. 
Otras culturas, sin embargo, adiestran sistemáticamente a las mujeres a utilizar la musculatura del suelo pélvico. Así ocurre en el entrenamiento de quien ejecuta la "danza del vientre". La bailarina aprende cómo aislar los músculos del interior y de alrededor de la pelvis. Entrenamiento que ayuda y prepara el cuerpo con vistas a la actividad sexual y al parto.

Los músculos pubocoxígeos juegan un papel central en la vida sexual de la mujer por dos motivos: deben ser capaces de relajarse para permitir una penetración vaginal placentera, y deben tener, además, una buena tonicidad para lograr una respuesta orgásmica satisfactoria.


Los sexercicios o ejercicios de Kegel
La práctica de los ejercicios Kegel pasó a formar parte de los tratamientos de disfunciones    sexuales, dificultades orgásmicas femeninas y hasta para el control eyaculatorio en las consultas por eyaculación precoz masculina.
Lo primero es reconocer qué músculos se deben ejercitar. Para esto lo mejor es intentarlo al momento de orinar, tratando de cortar la orina, así nos daremos cuenta cómo actúa la musculatura para luego entrenarla.

Sigue este enlace para acceder al vídeo ¿Cómo hacerlos?



Contracción lenta:  
Aprieta los músculos como cuando retienes las ganas de orinar. Contráelos y manténlos así durante 5 segundos.Luego, relájalos durante los siguientes 5 segundos, y repite la serie 10 veces.
Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por 5 segundos hasta llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los músculos, más fuertes se harán.

Contracción rápida:  
Aprieta los músculos durante 1 segundo y relájalos los próximos 2 segundos, y repite hasta pasados unos 2 ó 3 minutos. Empieza con 10 repeticiones cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones.

Contracción ascendente: 
Contrae la musculatura de a poco, por tramos, como si estuvieras escalando. Sentirás que la tensión muscular va ascendiendo. Cuando sientas que has contraído lo máximo posible, retén la contracción durante un segundo, y luego ve relajando poco a poco. En ningún momento debes sentir que trabaja la zona abdominal.

Contracción en onda
:  Algunos músculos del suelo pélvico se sitúan alrededor de la uretra, de la vagina y del ano. Contrae éstos músculos de delante a atrás comenzando por la uretra, luego la vagina y por último el ano. A continuación relájalos en forma inversa, de atrás a delante.

Haz estos ejercicios tantas veces como puedas al día. Puedes realizarlos en cualquier momento, cuando estés aburrida en una reunión de trabajo, en la sala de espera del médico, mientras miras la tele, en fin, que nadie notará cuándo los estés practicando.

Otros recursos para mejorar el tono del suelo pélvico son: los conos vaginales, las bolas chinas, la gimnasia abdominal hipopresiva, o el método pilates.

Todos ellos ayudan a irrigar la zona genital, a aumentar la tonicidad, la vascularización de la vagina y a incrementar las posibilidades de acceder al clímax sexual, para vivir orgasmos más intensos y recuperar la confianza en la propia genitalidad.



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