Las bolas chinas son dos esferas unidas entre sí y con un cordel en un extremo para poder extraerlas de la vagina. Cada una contiene otra bolita metálica en su interior rodando libremente, que se puede percibir con el movimiento.
Estas bolas no son un juguete erótico, ya que difícilmente proporcionen placer por sí mismas. Aunque puede resultar muy excitante el ir paseando con ellas puestas y que tu pareja lo sepa.
La finalidad de su uso es ejercitar la musculatura del suelo pélvico.
Son importantes para tonificar y fortalecer los músculos de la vagina. También mejoran notablemente la lubricación de la zona. Así es que llegada la época de la menopausia o en la recuperación postparto se recomienden para devolver a la zona un buen tono muscular siendo muy útiles además, para los tratamientos de incontinencia urinaria. En todos los casos, su uso favorece la sensibilidad de la zona y potencia la intensidad del orgasmo, mejorando y enriqueciendo la vida sexual de la mujer.