¿Sexo en la primera cita?

¿Una insensatez o una oportunidad?

El sexo no es como en las películas, aunque nos volvamos locos queriendo emularlas y esperando que nos acompañen los violines en el momento de la acción. Con frecuencia, especialmente al principio de una relación, resulta embarazoso, incómodo; puede ser divertido y hasta confuso.
Pero otras veces es fantástico y eso es lo que nos hace seguir practicándolo.


Y como sucede con cualquier tema importante, cuanto más se sabe, mejor funciona. Por eso sigo trabajando en este proyecto, para que quien tenga aún cosas que descubrir pueda encontrar aquí algo que desconocía y pueda practicarlo con confianza.

Pero volvamos a la idea. 
Supongamos que has conocido a alguien agradable, con quien has congeniado inmediatamente. Que han podido hablar de muchos temas además de los típicos y convencionales del primer encuentro.

Entonces él ha hecho algo así como apartarte el pelo de la cara; interesarse por tu pulsera o por la textura de tu collar...No pienses que lo hace porque le interesa la joyería, sólo es un pretexto para acercarse y tener algún tipo de contacto corporal. Lo que seguirá intentando siempre que tenga la ocasión.

Ahora bien, si deseas una recompensa instantánea, el sexo tipo “aquí te pillo, aquí te mato”, basta con salir de ligue en una noche hedonista que acabe a la mañana siguiente tan rápido como empezó y no se vuelvan a ver.
Pero si conoces a alguien agradable, que te hace reír con sus ocurrencias o que sabe reírse de las tuyas y cuando te saca la pelusa del escote lo hace sin otra intención; tal vez te plantees algo más que una noche de juerga.
Si fuera así, seguramente que tu versión del contacto corporal no pasará de un beso casto al despedirse y un intercambio de teléfonos.

Por otro lado, si te gusta y él también se vuelve loco de pasión sólo con respirar, no hay ninguna regla que indique que, si tenéis relaciones sexuales la primera noche, vaya a desaparecer de tu vida para siempre. Quién puede asegurarte que al día siguiente no te despereces junto a él sin importarte las condiciones del amanecer o que te prepare el desayuno. 
Una vez más, no hay ninguna norma que garantice que vayas a encontrarte mal si te comes todo el pastel de una vez, aunque de alguna manera sabes que no es la mejor idea.

Ante la disyuntiva de mantener relaciones sexuales en la primera noche en que conoces a alguien, hazte la siguiente pregunta: 
“¿Me importa acostarme con esta persona y no volver a verla nunca más?” 
Y luego pregúntate:
”¿Me importa acostarme con esta persona y luego no poder librarme de ella?” 
No te acuestes con él o ella si respondes “sí” a cualquiera de estas dos cuestiones.






6 comentarios :

  1. Y que tal esta pregunta:
    ¿Me importa acostarme con esta persona y luego no poder olvidarme de ella?.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Significaría entonces que has tenido una buena experiencia o que ha sido importante, al menos para ti. Yo me quedaría con eso. Siempre será mejor a haber sentido lo contrario.

      Eliminar
  2. Y si sientes que esa persona te importa ¿te acostarías con ella en la primera cita? Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mmmh, tal como lo planteas me parece que el final sería un beso casto y un intercambio de teléfonos. ¿No crees?

      Eliminar
  3. Lo bueno es jugar....el riesgo a que una de las preguntas sea afirmativa tampoco debe echar atrás ;)
    Muy buen post

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu comentario!Coincido contigo...cada uno sabe hasta dónde arriesgar. Lo importante es ser conscientes de ello y asumir la decisión tanto si sale bien como si no es lo que esperábamos.

    ResponderEliminar