El aislamiento sensorial
Para quienes quieren vivir una
experiencia sexual peculiar
Muchas veces nos encontramos en una
situación que nos motiva, empezamos a tontear, a provocarnos y
caemos en la cuenta que no estamos en el lugar ni la hora más
conveniente.
Circunstancias en las que escuchamos a
los vecinitos jugando en la acera o en el parque de enfrente, o no
nos apetece disfrutar de la inmejorable luminosidad que entra por
nuestras ventanas, esa misma que nos deleita la mayor parte del día.
Esos momentos son ideales para ir en
busca de lograr el aislamiento sensorial.
Simplemente en tratar de aislarnos del
mundo exterior. Concentrándonos solamente en nuestra respiración,
las sensaciones a través del tacto, de la piel. Exacerbando algunos
sentidos y limitando otros.
En primer lugar elijamos un cuarto, sea
el dormitorio o cualquier otro en el que podamos encerrarnos con
nuestra pareja y estar a gusto.
Tengamos a mano todo lo que
necesitemos: preservativos, geles, velas aromáticas estimulantes,
juguetes, en fin, todo lo que creamos que podríamos llegar a
necesitar para evitar distraernos luego en estos pequeños pero no
menos importantes detalles.
Cerremos ventanas y dejemos alguna luz
tenue si nos apetece, si no, a oscuras.
Otra buena opción es que uno de los
dos, o ambos, si prefieren una mayor concentración, utilicen
antifaces, de los de dormir, que cubra totalmente los ojos.
El olfato también tomará mayor
relevancia, ya que todos nuestros sentidos estarán más sensibles,
por ello un buen aroma en el ambiente se torna importante, y también
es sumamente enriquecedor el recorrer el cuerpo de nuestro compañero
reconociéndolo y disfrutándolo con el olfato, además de hacerlo
con la lengua o la boca. En este caso el sexo oral adquiere otra
dimensión.
En cuanto al oído, es el
sentido que es fundamental aislar. Podemos hacerlo
utilizando pequeños auriculares para los dos en los que escuchemos
nuestra música favorita a través de bluetooth. Nada de cables que limiten nuestros movimientos o nos enreden.
Otra alternativa, aislarte mediante el
uso de tapones para los oídos. Los tapones permitirán no escuchar
los ruidos medioambientales, pero sí estar muy consciente del ritmo
de tu respiración, de tus jadeos y tus gritos. Esto es de lo más
erótico y estimulante. Casi preferible a la música; pero eso va en
el gusto de cada uno.
A través de esta práctica nos acercamos
más a nuestro propio placer que al del otro, y al mantenernos en esa
burbuja artificial que hemos creado para complacernos a través de
los sentidos estaremos conectando con nuestro interior y con cada uno
de los rincones y los secretos que esperan ser descubiertos en
nuestro cuerpo.
Se ha dicho que muchas mujeres que
sienten vergüenza de algunas prácticas sexuales o a las que les
cuesta disfrutar del encuentro sexual se han sentido liberadas al
llevar a cabo esta experiencia.
Anímate, llévala a tu terreno, la
experiencia es asombrosa.
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Tal vez debería probar, suelo estar muy atento a mi pareja y me olvido de mi... A ella alguna vez le cubrí los ojos pero no lo repetimos...
ResponderEliminarAprovecha entonces para probar algo diferente...y si les gusta, a lo mejor repiten.,. y si no a intentarlo de otra manera, no te parece?
ResponderEliminarDebería existir un manual erótico del uso que podemos dar a cada uno de estos maravillosos cinco sentidos. Evidentemente, crear la burbuja nos permite captar,sentir y abrirse a gozar con nuevas experiencias. Una maravilla!!!
ResponderEliminarUn manual erótico! Buena idea...
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