¿Cómo volver a enamorarse?

¿Es fácil enamorarse?

Muy fácil. Sólo tenemos que ver a alguien que físicamente encaje con nuestros parámetros de belleza, que nos resulte atractivo y con unos pocos condimentos más, ya podemos dar rienda suelta al “enamoramiento ciego”.

Ahora bien, si hablamos de cómo continuar “enamorados” de la misma persona durante años, eso ya es otra cosa, y por supuesto no es fácil. ¡Nada fácil!.

Nos enamoramos en primer lugar del físico y podemos seguir juntos si hay admiración.

Imaginemos un matrimonio, o una pareja que tiene tras de sí años de convivencia. La etapa del enamoramiento ya pasó, hace tiempo.

Con el paso de los años también habrán cambiado muchas cosas. En primer lugar, el físico probablemente ya no sea el mismo. Se habrán acostumbrado, o más aún, resignado a las manías y los hábitos del otro. En el proceso de amoldarse habrá quedado dispersa la independencia de cada uno para hacer y deshacer a su antojo, porque siempre tendrán que recordar que son dos en el mismo barco.

Habrán perdido entre medio el espacio para la intimidad, ahora les dará igual compartir al mismo tiempo el baño. 
También habrán dejado de buscar sorprenderse. Pasearán por la casa sin importar cómo se ven. 
Y habrán prescindido de los besos y las caricias que se daban antes, sin motivo, sólo para recordarse que se amaban.

¿Es entonces imposible continuar enamorados?

Claro que no. 
Pero requiere de un esfuerzo de ambos. Es un desafío que dependerá de uno mismo más que del otro.

Si fuimos capaces durante el principio de la relación de preocuparnos por cuidar nuestro físico, de presentarnos frente a él o ella con nuestro mejor aspecto, cuidando los detalles, ¿por qué después lo dejamos de lado?. ¿Por comodidad?. ¿Por dejadez personal?, o ¿porque perdimos la ilusión de sentirnos enamorados?.

Cuántas veces hemos sido testigos de la reacción, de los integrantes de una pareja, posterior a un divorcio. Situación después de la cual él o ella cambian por completo, pareciendo incluso personas diferentes. Generalmente el cambio comienza por el aspecto. Se apuntan a un gimnasio, quieren volver a verse bien. Se suceden cambios en el armario, desapareciendo esa ropa desastrosa del andar por casa. Hay más cuidado en el vestir. En fin, es la necesidad de recomenzar para lanzarse a una nueva posibilidad de iniciar o provocar un cortejo.

Así, después del cambio, muchas parejas reconocen que desde la separación se parecen más a la persona de la que se habían enamorado. ¿Por qué esperar a que eso ocurra?

Perdemos de vista que para conseguir volver a ese “enamoramiento” debemos buscar lo que en un principio nos atraía del otro, y aquello que gustaba de nosotros a nuestra pareja.

Una forma de lograrlo es aprendiendo a pensar de forma sexy. Dicho por sexólogos, consiste en concentrarse solamente en los aspectos positivos de la pareja y recordar las buenas experiencias. El cerebro reacciona liberando ciertos elementos químicos que crean una sensación de deseo sexual, recreando la fase de enamoramiento ciego, cuando una persona ve sólo el lado bueno de la persona que ama y su deseo sexual parece imparable.

Así podrán recordar los momentos románticos que vivieron al principio de la relación. Por ello las cenas a la luz de las velas, los paseos por la playa y fines de semana fuera funcionen tan bien, puesto que dan a ambos un impulso “hormonal”, que es la misma sensación de estar enamorados.

Las parejas que esperan que la euforia del enamoramiento dure para siempre se decepcionan tarde o temprano, pero sabiendo cómo, se puede recrear su fase de enamoramiento cuando lo necesiten.

Puedes ver: Re enamorarse, un sentimiento o una decisión

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