Hoy en día,
cuando una mujer se enfrenta con un ideal físico literalmente
imposible no lo repudia sino que se rechaza a sí misma.
Indudablemente, la sociedad y los medios transmiten mensajes que
muchas veces no tienen relación con la realidad. Uno de ellos, es
aquel que asocia una sexualidad femenina plena y satisfactoria con un cuerpo de “top
model”.
Esto hace que las mujeres, mucho más que los hombres, tengan tantos complejos con
su cuerpo: el peso, algún rollito, las medidas incorrectas; pues
no cumplen con los cánones de belleza que se imponen. Hay quienes se sienten tan acomplejadas que se privan de hacer salidas, de
usar cierta ropa o darse determinados gustos. Esto a la larga
deteriora la autoestima, llegando en algunos casos a desarrollar
verdaderas fobias sociales.
Por eso, y
aunque parezca una preocupación trivial, cuando los complejos representan un problema y una limitación merecen ser motivo de consulta no sólo cuando el verano se acerca y
aparecen los miedos a quedar expuesta, sino para prevenir trastornos
más graves como la anorexia, la bulimia o la depresión.
Las zonas más relacionadas con el sexo también son causa de complejo. Senos, genitales y pezones son los más comunes.
Un complejo
recurrente entre las mujeres es el referente al tamaño de los
pechos. Como asumen que los hombres las prefieren de pechos grandes y
abundantes, optan por someterse a cirugías estéticas. Hecho válido
para superar un complejo pero no tanto si es para conformar al otro.
El color y
tamaño de los pezones, la forma y apariencia de los genitales
(labios mayores) suelen constituir en sí mismos un motivo de
desagrado para muchas y entran también en la lista de
los complejos más comunes.
Esto las
inhibe de tal manera que evitan ser vistas completamente
desnudas por sus parejas o prefieren tener sexo con la luz apagada.
De una u otra
forma, estos complejos afectan la relación a la hora de la
intimidad, porque hacen que la mujer se sienta desvalorizada y angustiada., generando dificultades sexuales.
¿Cómo
lidiar con los complejos?
La clave para
aprender a convivir con esas partes que no “gustan”es asumirlas.
Reconciliarse con las zonas imperfectas implica todo un trabajo de
aceptación.
La perfección
es imposible. Entonces, hay que olvidarla. Es importante convertir y
destacar lo bueno que tenemos y dejar a un lado lo que entorpece
nuestro camino.
¡Hazte amiga
de la mujer valiosa que eres!
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Nosotras también eyaculamos
Todas llevamos una diosa dentro
Cierto caemos en los estereotipos de mujer flaca pero chichona pero nalgona ufff imposible pero ellos tampoco tienen el cuerpo perfecto y asi los aceptamos
ResponderEliminarHola Raquel, creo que por eso es importante aceptarnos primero a nosotras mismas, de esa manera alejaremos los complejos y disfrutaremos más de todo, también de nuestro cuerpo.
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