El fenómeno Grey

"50 sombras de Grey"
¿Obra de culto o fenómeno comercial?

Es incuestionable que la trilogía “Cincuenta sombras de Grey” ha provocado una pequeña revolución femenina.

Sé de hombres que han obsequiado a sus propias parejas con este libro como consejo de otros que vieron cómo su vida sexual renacía con renovada pasión a medida que su mujer avanzaba en la lectura. De este hecho fui testigo.

Novela controvertida, si las hay, que ha generado tanto fans como detractores férreos.

¡Por supuesto la he leído! Nunca arriesgaría una opinión sin conocimiento del tema.

Y entonces llegar a definir este libro no es tan fácil.

¿Erotismo, pornografía, literatura?...¿o una mezcla de todo ello?

Puestos a leerla, la novela mantiene el interés y logra captar la atención. Es amena, tiene argumento y lo más importante, conecta con el mundo interior femenino plagado de inseguridades y complejos. La conexión puede darse en algún punto relevante, los miedos respecto al BDSM, por ejemplo, o de lo más insignificante como el mirarte al espejo y dudar si estás a la altura de la ocasión, lo que hace que cualquier mujer se sienta de una otra manera  identificada.

Así y todo las escenas se vuelven repetitivas y los diálogos poco fundamentados. En fin que E.L James abusó un poco de los recursos efectistas.

Tal vez resulte curioso que la protagonista, de 21 años, fuera virgen. Esto me hizo pensar que realmente hay muchas jóvenes de esa edad que aún son vírgenes, tal vez más de lo que uno cree.

Y por qué no mencionar el hecho de que Christian Grey cumple con “todos" los requisitos del “hombre” soñado: atractivo al punto de resultar irresistible, inteligente (hasta aquí ya estaría bien), con un halo misterioso, filantrópico, con un cuerpo de infarto y por si fuera poco…millonario (feministas obviar este párrafo).

Me recordó las famosas novelas de Corín Tellado, casi los mismos ingredientes pero con una combinación más explosiva. ¿Quién no tuvo una de ellas en sus manos alguna vez?

Claro que E.L James hace descripciones más explícitas incorporando muchas variedades: sexo vaginal, anal, oral, BDSM, un poco “light” eso sí; pero al menos incursiona en ellos.

En definitiva, puede que no sea la obra literaria del año, ni la obra maestra del erotismo, seguro que no lo es y dista mucho de ello; aún así, si de alguna manera condujo a más de una mujer a reencontrase con su erotismo y si activó el sexo y la fantasía rompiendo la rutina en más de una pareja, entonces tendré que decir que vale la pena. Después de todo no es tan importante el cómo, sino el que haya ayudado a traspasar barreras. 

Y es que el sexo, aunque hoy no lo parezca, continúa siendo tabú, en muchos aspectos, aún en los que consideramos ya superados.

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